Holaaa!! 💜
Hoy os traigo una receta de estas que me gustan a mi, que parecen complicadas pero en realidad no.
Estas galletas tan bonitas y tan blanquitas con tantos detalles, son unas galletas alemanas típicas de la navidad que se hacen con unos moldes tallados a mano sobre resina y un compuesto de madera. El origen de estas galletas se remonta a hace más de 500 años, en Alemania, donde las imágenes en relieve servían para contar historias para la gente que no sabia ni leer ni escribir.
Dos son los ingredientes esenciales de estas galletas; el aroma de anís y el bicarbonato de amonio o hartshorn (precursor de la levadura química) su función principal es ayudar a la galleta a que se hornee mas rápido. Tiene un olor muy fuerte que tira para atrás pero para nada la galleta queda con ese sabor. Como he dicho antes, el aroma esencial de estas galletas es de anís pero se pueden hacer de cualquier sabor.
Y nada mas, os dejo con la receta! He explicado los pasos lo mejor que he podido y creo que se entienden bien. Son unas galletas un poco delicadas pero creerme merecen la pena 😊 .
Para la masa
(para 25 galletas)
3 huevos L
380 de azúcar glacé tamizado
500 gr de harina floja
50 gr de mantequilla a temperatura ambiente
1 cucharada de leche
1/4 cucharadita de bicarbonato de amonio
1/2 cucharadita de extracto de anís
Primero de todo mezclamos el bicarbonato de amonio con la leche hasta que este totalmente disuelto. Dejamos reposar 1 hora y 30 min antes de utilizarlo.
Transcurrido el tiempo, ponemos los huevos en el bol de nuestra maquina y batimos con varillas a velocidad alta unos 10 minutos. Es importante batir los huevos estos minutos para que tripliquen su volumen y estén bien esponjosos.
Una vez tengamos los huevos montados, bajamos la velocidad de la maquina a media-alta y empezamos a añadir el azúcar glacé a cucharadas poco a poco hasta acabar con él. Dejamos batir 5 minutos mas.
Seguidamente añadimos la mantequilla y montamos a velocidad alta 3 minutos mas. Añadimos el extracto de anís y dejamos que se mezcle bien por toda la masa. Finalmente añadimos la leche con el bicarbonato de amonio, reservada de antes, y mezclamos 2 minutos mas. IMPORTANTE NO PROBAR LA MASA EN ESTE PUNTO!!! El bicarbonato de amonio tiene un aroma muy fuerte y puede ser muy desagradable.
Bajamos la velocidad de la maquina al mínimo y empezamos a echar la harina a cucharadas poco a poco. Cuando la masa este un poco densa cambiamos las varillas por la pala y seguimos echando harina hasta acabar con ella. Amasamos un par de minutos mas.
Sacamos la masa del bol, veréis que no se os pegara en las manos, hacemos un bola y la forramos con papel film. Metemos la masa en la nevera 30 minutos.
Pasado el tiempo veréis que la masa estará mas consistente y podremos trabajar con ella mas fácilmente. Cortamos un trozo de masa, echamos harina sobre la encimera y sobre la masa por ambas caras y estiramos con un rodillo dejando un grosor de 6 cm. Es importante ir echando un poco de harina para que no se pegue la masa a la superficie.
Cogemos el molde y con ayuda de una brocha echamos harina por todo el molde antes de utilizarlo, ya que tiene muchos detalles y a la hora de presionar sobre la masa quedaran bien marcado y se despegara sin problema.
Una vez este el molde bien enharinado, colocamos sobre el trozo de masa estirado y presionamos de forma homogénea. Cuando lo levantéis veréis que el diseño estará bien marcado sobre la masa. A continuación con un cortador ovalado (en mi caso es así por la forma del diseño) con las misma medida que el molde cortamos los bordes con cuidado. Trasladamos la galleta ayudándonos con una espátula previamente enharinada sobre papel sulfurizado y seguimos así hasta acabar con toda la masa.
Es importante hacer las galletas de una a una ya que si marcáis varias a la vez, con el molde, a la hora de cortar con el cortador se pueden deformar.
Una vez estén todas listas y sobre el papel sulfurizado, las dejamos secar 48 horas a temperatura ambiente. Este paso es MUY IMPORTANTE para que la parte superior de la galleta se seque y a la hora de hornear el diseño no se rompa.
Pasado este tiempo, precalentamos el horno a 105ºC con calor arriba y abajo y preparamos una bandeja con papel sulfurizado. Reservamos.
Con ayuda de una brocha quitamos la harina que tienen encima todas las galletas por ambas caras. Veréis que en la parte trasera hay un circulo mas blanco, esto nos indica que la galleta se ha secado a la perfección.
Antes de hornearlas es MUY IMPORTANTE humedecer la parta trasera con un poco de agua, es tan fácil como mojarnos un dedo y pasarlo por toda la parte trasera. Lo que conseguiremos con esto es debilitar esta parte y a la hora de hornear se romperán por ahí y evitaremos dañar el diseño.
Colocamos la bandeja en la ultima posición del horno y horneamos a 105ºC unos 45 - 50 minutos. Es importante colocar la bandeja donde digo para evitar que cojan color las galletas ya que la gracia es que queden blanquitas. Lo que también podéis hacer es colocar otra bandeja en la primera posición del horno y así la calor no ira directa a las galletas. Yo las hice sin taparlo y han quedad bien blanquitas como podéis ver en las fotografías.
Una vez horneadas las dejamos reposar 10 minutos en la bandeja y seguidamente las trasladamos, despegándolas con cuidado del papel de horno, sobre una rejilla.
Una vez frías aguantan bastante tiempo guardadas sobre una caja de lata, recomiendo comerlas después de 3 días ya que estarán muy crujientes y deliciosas con ese sabor a anís.
Son o no bonitas?? A mi me tienen enamorada con ese diseño tan cuco 💜.
Espero que os hayan gustado, muchas gracias por seguirme y leerme y nos vemos en el próximo post!
Un beso 😘